Museo italiano quema sus obras para protestar
En la tarde del miércoles, el fundador y director del museo, Antonio Manfredi, redujo a cenizas una obra de la artista francesa Severine Bourguignon, que había previamente dado su acuerdo y acompaño la acción de las llamas mediante Skype.
"Las miles de obras que exponemos están de cualquier forma destinadas a la destrucción ante la indiferencia del gobierno", explicó Manfredi, quien tiene la intención de quemar tres obras por semana en el marco de una iniciativa titulada "Art war" (La Guerra del Arte).
Desesperado por las amenazas de la mafia y la inactividad del gobierno para proteger el patrimonio, Manfredi ya llegó el año pasado a escribir una carta a la canciller alemana Angela Merkel para pedirle asilo.
"Alemania es uno de los pocos países del mundo que no redujo su presupuesto para la cultura. Además destina mucho dinero a la investigación, y no como aquí", dijo Manfredi a la AFP. Para no dejar dudas, colocó una bandera alemana a la entrada del museo.
"Si el gobierno deja que Pompeya entre en colapso, ¿qué esperanza tengo para mi museo?", se preguntó, en referencia a una serie de derrumbes en el célebre sitio arqueológico.
Manfredi abrió su museo en 2005, aunque algunas de las exposiciones provocaron problemas con la mafia, a la que acusa de haberse robado las cámaras de video y de haber tratado de invadir el edificio.
El museo nunca recibió ninguna respuesta de Merkel, pero la casa de artes Tacheles, un verdadero emblema artístico de Berlín, le ofreció un "asilo artístico" en mayo de 2011 con obras consagradas a la mafia y su infiltración en la sociedad.
El sector de la cultura es, efectivamente, uno de los más afectados por los planes de austeridad adoptados en Italia.
El ministerio de la Cultura anunció recientemente el tutelaje a Maxxi, museo de arte contemporáneo de Roma, a raíz de sus deudas.
El Estado italiano consagra apenas 0,21% de su presupuesto a la cultura, a pesar de que la península abriga casi la mitad del patrimonio cultural mundial.