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sábado, 16 de marzo de 2013

La Rebeca, escultura simbólica de la ciudad, no es obra de Roberto Henao Buriticá, como se

Tesis de grado se convirtió en hallazgo histórico sobre arte en Bogotá

Juanita Monsalve
La investigación de Juanita Monsalve tardó dos años.

La Rebeca, escultura simbólica de la ciudad, no es obra de Roberto Henao Buriticá, como se pensaba.

Juanita Monsalve Buriticá estaba lejos de imaginar que su tesis de grado se iba a convertir en uno de los hallazgos históricos más importantes de los últimos años en la capital.

La joven, de 25 años, descubrió que la Rebeca, la escultura más icónica y a la vez más maltrada de la ciudad, había estado a cargo de la Marmolería Italiana de Tito Ricci. Esta novedad dejó sin piso la teoría según la cual la obra había sido esculpida por el maestro quindiano Roberto Henao Buriticá.

"Empecé a investigar porque Roberto Henao era primo de mi abuelo. Noté que en los artículos de prensa que hacían sobre él antes de los años sesenta no se decía que la Rebeca es obra de él. Eso me despertó muchas dudas", cuenta Juanita, quien desde ese instante comenzó a sumergirse en las salas de consulta del Archivo General de la Nación, donde encontró una evidencia contundente.
Se trataba de un contrato de 1926 firmado por el entonces presidente Pedro Nel Ospina y por su ministro de Obras Públicas, Laureano Gómez, en que "el contratista se compromete a ejecutar y colocar por su cuenta y riesgo, en el lugar que le sea indicado, una estatua artística denominada Rebeca, de mármol blanco de Carrara (Italia), cuya altura, desde la base hasta la extremidad superior, es un metro con sesenta centímetros".

Según Juanita, el documento, firmado el 6 de mayo de 1926, contrata a Luis Luchinelli, apoderado de la Marmolería Ricci, para ejecutar la obra de arte en un plazo de dos meses y por 500 pesos.

"Lo que no se sabe es si la pieza entró a Colombia ya como escultura o en un bloque de mármol", explica Juanita, maestra en Artes Visuales y en los próximos meses comunicadora social de la Universidad Javeriana. La estudiante atribuye el error histórico a un reportero de El Espectador que se la adjudicó en un reportaje a propósito de la muerte del artista, el 2 de marzo de 1964. El dato equivocado empezó a ser reproducido en otras publicaciones, como el Diccionario de Artistas de Colombia, de Carmen Ortega.

La cuidadosa investigación de Juanita también sirvió para despejar las dudas que durante años tuvieron los descendientes de la familia Ricci. "Por tradición oral siempre lo supimos, pero ella lo certificó", asegura Carla Ricci, nieta de Tito y quien agrega que nunca se había comprobado la tesis, pues su abuela quemó los archivos cuando murió el escultor italiano.
REDACCIÓN BOGOTÁ  http://noticucuta.sharedby.co/share/6lT36M