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sábado, 14 de septiembre de 2013

Cuando el arte se esconde en el tiempo

Cuando el arte se esconde en el tiempo
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Cuando el arte se esconde en el tiempo

La aparición de un nuevo cuadro de Van Gogh recuerda los hallazgos recientes de obras de Picasso, Velázquez y hasta de Leonardo Da Vinci.
POR MARIO A. DUQUE | Publicado el 10 de septiembre de 2013
Oculto, como un objeto penoso que no se quiere mostrar. Así pasó una centuria el cuadro Puesta de sol en Montmajour. El que se creía una copia, una imitación, en realidad es una obra del pintor holandés Vincent Van Gogh.

La obra, que desde ayer está exhibida en el museo de Van Gogh en Amsterdam, fue pintada cuando el artista vivía en Arles, Francia.

"Lo que lo hace incluso más excepcional es que es una pintura de transición en su obra, y es más, una pintura grande de un periodo que es considerado por muchos la culminación de sus logros artísticos, su periodo en Arles", señaló director del museo, Axel Rueger, según recoge la agencia de noticias Efe.

El propio Museo había desestimado la originalidad de la obra con anterioridad, hace veintidós años, cuando los propietarios del cuadro la llevaron hasta ellos.

Un nuevo estudio, que duró dos años, que analizó los pigmentos de la pieza y otros materiales utilizados por el pintor, muerto en 1890, a los que se les rastreó el origen.

Además, contrastó la obra con la correspondencia de Vincent con su hermano Theo, en la que describía la escena congelada en la tela.

En el cuadro, que data de 1888 y mide 93,3x73,3 centímetros, se ven los característicos trazos gruesos de Van Gogh. Solo hasta el próximo 24 de septiembre se pondrá en exhibición para los visitantes del museo de la calle Paulus Potterstraat, de Amsterdam.

Otros encuentrosNo es la primera vez que ocurre. Obras de Leonardo da Vinci, de Picasso, de Velázquez, entre otros, han aparecido ocultas, guardadas, perdidas y vueltas a encontrar.

Uno de los casos más recordados fue el del perfil de quien se supone es Bianca Sforza, hija de Ludovico Sforza pintada por Leonardo Da Vinci. Su autoría se logró definir gracias a una huella dactilar que se halló en una de las esquinas del cuadro. Esto sucedió en 2009.

En 2011, un coleccionista privado quiso corroborar la autoría de un viejo cuadro heredado, resultando ser del maestro del siglo de oro holandés, Rembrandt. Se trató del Retrato de un anciano con barba, que data de 1630.

Un año antes de este descubrimiento, en 2010, un cuadro donado al National Trust de Inglaterra resultó ser un autorretrato de Rembrandt que se creía era obra de uno de los alumnos del maestro del barroco.

Claro, no todos los descubrimientos están exentos de polémica. En Milán, en julio del año pasado, se encontraron 100 obras que se le atribuyeron a un Caravaggio adolescente. La revelación hecha por la agencia de noticias italiana Anza fue controvertida por Antonio Paolucci, director de los Museos Vaticanos, para quien las obras ya habían sido estudiadas y no había pruebas de que fueran del pintor italiano.

Otro de los sorpresivos hallazgos se presentó en el Museo Metropolitano de Nueva York (MET), en 2009. Allí, durante la limpieza y revisión técnica de un cuadro que llevaba décadas en las salas de exhibición, se encontraron con la firma del autor de Las Meninas, el español Diego Velázquez.

La obra había sido donada al MET como un posible autorretrato del artista, pero luego se catalogó como el trabajo de alguno de sus estudiantes.

ANTECEDENTES

PICASSO BAJO PICASSO

EN DEFINITIVA

Uno de los más recientes y sorprendentes descubrimientos tiene por protagonista al cubista español Pablo Picasso. En su pintura Mujer planchando, de la colección del Museo Guggenheim de Nueva York, se escondía otro personaje, masculino en este caso. Este encuentro, resultado de un cuidadoso proceso de restauración de la obra, perteneciente a la etapa azul de Picasso, demostró la reutilización de los lienzos que hacía el autor del Guernica, o de un juego de esconder obras en sus obras.