Aunque desde hace varios años los esfuerzos por la repatriación del
Tesoro Quimbaya, que hoy se encuentra en un museo de España, han sido
infructuosos, autoridades y líderes del Quindío comenzaron una nueva
cruzada en busca de retornar las piezas precolombinas antes de la
celebración del cincuentenario del departamento, en julio de 2016.
La historia del tesoro comenzó en 1891, en un paraje rural conocido como La Soledad, entre los municipios de Filandia y Quimbaya (Quindío). Allí, Norberto Ospina, un guaquero que llamaban ‘Casafú’, escarbó tanto entre la tierra que encontró dos sepulturas con cientos de objetos de orfebrería y cerámica que serían conocidos como el Tesoro de los Quimbayas.
Los detalles exactos del hallazgo no se conocen, como lo dijo en varios de sus textos el historiador de arte Pablo Gamboa Hinestrosa. Pero en los documentos más antiguos que reposan en el archivo central de Filandia se cuenta que Ospina tuvo que entregarle al pueblo tres libras de oro del codiciado botín que sacó de tierras quindianas.
“Era una contraprestación exigida en la época”, relató el historiador y vigía del patrimonio de Filandia, Álvaro Camargo Bonilla. Y aseguró que con esos recursos compraron las campanas de la iglesia María Inmaculada del municipio.
En ese entonces, el guaquero vendió unas 433 piezas a un comerciante que habría llegado de Antioquia, y a quien el presidente Carlos Holguín Mallarino le compró esa colección, que enviaría luego, como un obsequio en 1893, a la reina de España María Cristina de Habsburgo.
“El presidente quiso congraciarse con la corona española por un favor de un litigio fronterizo”, narró Camargo.
Aunque no se conoce el paradero de la mayoría de las piezas de esa colección que el presidente Holguín llamó en un mensaje al Congreso como “la más completa y rica en objetos de oro que habrá en América”, 122 objetos permanecen en el museo de América en Madrid.
Lo que para el reconocido profesor de derecho internacional de la Universidad Nacional de Colombia Antonio José Rengifo Lozano “fue una clara violación a la Constitución política colombiana”. Por esta razón acordó con el abogado Felipe Rincón Salgado demandar esa transferencia de objetos. Rincón llevaría el proceso en Colombia y Rengifo, de darse las condiciones, llevaría el sonado caso a instancias internacionales.
Y aunque aún no se conoce el rumbo que tomará este pleito, en el Quindío ya se revivió el clamor por el retorno del preciado tesoro, luego de que se rumoró que un magistrado de la Corte Constitucional estaba ajustando una ponencia que buscaría el regreso a casa de esas antigüedades. Pero Alberto Rojas Ríos, el magistrado que tenía designado ese proceso, recientemente quedó fuera de su cargo, tras una decisión del Consejo de Estado, que encontró irregularidades al momento de ser ternado para aspirar a la Corte.
La historia del tesoro comenzó en 1891, en un paraje rural conocido como La Soledad, entre los municipios de Filandia y Quimbaya (Quindío). Allí, Norberto Ospina, un guaquero que llamaban ‘Casafú’, escarbó tanto entre la tierra que encontró dos sepulturas con cientos de objetos de orfebrería y cerámica que serían conocidos como el Tesoro de los Quimbayas.
Los detalles exactos del hallazgo no se conocen, como lo dijo en varios de sus textos el historiador de arte Pablo Gamboa Hinestrosa. Pero en los documentos más antiguos que reposan en el archivo central de Filandia se cuenta que Ospina tuvo que entregarle al pueblo tres libras de oro del codiciado botín que sacó de tierras quindianas.
“Era una contraprestación exigida en la época”, relató el historiador y vigía del patrimonio de Filandia, Álvaro Camargo Bonilla. Y aseguró que con esos recursos compraron las campanas de la iglesia María Inmaculada del municipio.
En ese entonces, el guaquero vendió unas 433 piezas a un comerciante que habría llegado de Antioquia, y a quien el presidente Carlos Holguín Mallarino le compró esa colección, que enviaría luego, como un obsequio en 1893, a la reina de España María Cristina de Habsburgo.
“El presidente quiso congraciarse con la corona española por un favor de un litigio fronterizo”, narró Camargo.
Aunque no se conoce el paradero de la mayoría de las piezas de esa colección que el presidente Holguín llamó en un mensaje al Congreso como “la más completa y rica en objetos de oro que habrá en América”, 122 objetos permanecen en el museo de América en Madrid.
Lo que para el reconocido profesor de derecho internacional de la Universidad Nacional de Colombia Antonio José Rengifo Lozano “fue una clara violación a la Constitución política colombiana”. Por esta razón acordó con el abogado Felipe Rincón Salgado demandar esa transferencia de objetos. Rincón llevaría el proceso en Colombia y Rengifo, de darse las condiciones, llevaría el sonado caso a instancias internacionales.
Y aunque aún no se conoce el rumbo que tomará este pleito, en el Quindío ya se revivió el clamor por el retorno del preciado tesoro, luego de que se rumoró que un magistrado de la Corte Constitucional estaba ajustando una ponencia que buscaría el regreso a casa de esas antigüedades. Pero Alberto Rojas Ríos, el magistrado que tenía designado ese proceso, recientemente quedó fuera de su cargo, tras una decisión del Consejo de Estado, que encontró irregularidades al momento de ser ternado para aspirar a la Corte.
El pleito se dilata
El trámite judicial que comenzó en el 2006 con
una acción popular instaurada por Rincón en contra de la Nación, la
Presidencia de la República
y el Ministerio de Relaciones Exteriores, y que buscaba amparar los
derechos colectivos al patrimonio público, quedó en veremos.
El Juzgado 23 administrativo de Bogotá declaró en el 2009 inconstitucional esa transferencia de 122 piezas y le ordenó al Gobierno que efectuara las labores necesarias para recobrar la colección. Pero el caso se enredó por una apelación del Ministerio de Relaciones Exteriores, que aseveró que para esa época las piezas de oro del Tesoro Quimbaya no constituían patrimonio nacional.
El docente Rengifo refutó esos argumentos y advirtió que, mientras los ministerios de Cultura del mundo apoyan estas causas, “aquí dicen que mejor se quede allá (España)”.
La Cancillería colombiana advirtió en una comunicación a EL TIEMPO que “no hace parte del proceso y cualquier pronunciamiento que emita lo hará en la eventualidad de que sea llamada a intervenir, con base en sus competencias legales”.
Pese a esto, en el 2011, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca revocó el fallo de primera instancia, pues indicó que no se demostró la violación de los derechos colectivos. Y Rincón solicitó ante el Consejo de Estado la revisión de ese proceso.
El Juzgado 23 administrativo de Bogotá declaró en el 2009 inconstitucional esa transferencia de 122 piezas y le ordenó al Gobierno que efectuara las labores necesarias para recobrar la colección. Pero el caso se enredó por una apelación del Ministerio de Relaciones Exteriores, que aseveró que para esa época las piezas de oro del Tesoro Quimbaya no constituían patrimonio nacional.
El docente Rengifo refutó esos argumentos y advirtió que, mientras los ministerios de Cultura del mundo apoyan estas causas, “aquí dicen que mejor se quede allá (España)”.
La Cancillería colombiana advirtió en una comunicación a EL TIEMPO que “no hace parte del proceso y cualquier pronunciamiento que emita lo hará en la eventualidad de que sea llamada a intervenir, con base en sus competencias legales”.
Pese a esto, en el 2011, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca revocó el fallo de primera instancia, pues indicó que no se demostró la violación de los derechos colectivos. Y Rincón solicitó ante el Consejo de Estado la revisión de ese proceso.
El caso logró llegar hace más de dos años a la
Corte Constitucional, pero en el alto tribunal no se ha convertido en
un proyecto de ponencia, según le dijo a EL TIEMPO el exmagistrado Rojas
Ríos. “No hay nada aún; un juez de primera instancia lo aceptó, y uno
de segunda lo revocó, pero si lo aceptaron es porque podría existir
alguna posibilidad”, dijo Rojas.
Con la salida de Rojas de la Corte Constitucional, y aunque ya se designó una magistrada encargada, el proceso quedaría en manos del nuevo magistrado que llegue en su reemplazo, según explicó el presidente de esa Corte, Luis Ernesto Vargas, quien afirmó que no conoce nada del proceso que buscar retornar el Tesoro de los Quimbaya.
Con la salida de Rojas de la Corte Constitucional, y aunque ya se designó una magistrada encargada, el proceso quedaría en manos del nuevo magistrado que llegue en su reemplazo, según explicó el presidente de esa Corte, Luis Ernesto Vargas, quien afirmó que no conoce nada del proceso que buscar retornar el Tesoro de los Quimbaya.
‘La donación no cumplió con la Constitución’
Toda esa disputa en los estrados judiciales ha
sido apoyada por la Academia de Historia del Quindío, que además se ha
encargado del cabildeo político,
y a la fecha no ha dado resultado. Para el presidente de la Academia y
exgobernador del departamento, Jaime Lopera, quien está empecinado en
recuperar esas raíces culturales e históricas del Quindío, “la identidad
de un pueblo no se fija sino cuando la historia le permite
reconocerse”.
Lopera, que por años ha liderado esa cruzada por esas piezas, les propuso a las autoridades del departamento que el Tesoro Quimbaya se convierta en la Selección Colombia del Quindío. A este trabajo se ha unido el abogado quindiano Felipe Robledo, quien formuló su tesis de grado ‘El Tesoro Quimbaya: legalidad de la donación y su importancia para la identidad del departamento del Quindío’, dirigida por Rengifo en la Universidad Nacional. “Logramos comprobar que la dona- ción no cumplió con la Constitución colombiana de 1886. Hubo vulneración al ordenamiento jurídico; ahora esperamos que el departamento pueda recuperar el Tesoro”, aseguró Robledo.
Lopera, que por años ha liderado esa cruzada por esas piezas, les propuso a las autoridades del departamento que el Tesoro Quimbaya se convierta en la Selección Colombia del Quindío. A este trabajo se ha unido el abogado quindiano Felipe Robledo, quien formuló su tesis de grado ‘El Tesoro Quimbaya: legalidad de la donación y su importancia para la identidad del departamento del Quindío’, dirigida por Rengifo en la Universidad Nacional. “Logramos comprobar que la dona- ción no cumplió con la Constitución colombiana de 1886. Hubo vulneración al ordenamiento jurídico; ahora esperamos que el departamento pueda recuperar el Tesoro”, aseguró Robledo.
Lo quieren de regalo en el 50.º cumpleaños del Quindío
La ordenanza 0015 del 2005, engavetada en los
ficheros de la Asamblea Departamental del Quindío, volvió a tomar fuerza
por estos días. Los diputados quieren revivir esa comisión creada por
la ordenanza, que buscaba la recuperación y repatriación del Tesoro
Quimbaya.
Según el diputado y gestor cultural del Quindío Jorge Humberto Guevara, “hay que redoblar esfuerzos para recuperar el tesoro”.
Para la gobernadora del Quindío, Sandra Hurtado Palacio, la entrega de esa colección se hizo sin ninguna legalidad; “muchas de ellas, extraídas de nuestra región, fueron arrojadas a una bodega, en donde hoy permanecen sin que tengan valor alguno para ellos”. Ante esto, la administración departamental conformó el comité que organizará la celebración del cincuentenario del Quindío, que se cumple dentro de dos años y buscará que el tesoro regrese al departamento como un regalo por sus 50 años.
Según el diputado y gestor cultural del Quindío Jorge Humberto Guevara, “hay que redoblar esfuerzos para recuperar el tesoro”.
Para la gobernadora del Quindío, Sandra Hurtado Palacio, la entrega de esa colección se hizo sin ninguna legalidad; “muchas de ellas, extraídas de nuestra región, fueron arrojadas a una bodega, en donde hoy permanecen sin que tengan valor alguno para ellos”. Ante esto, la administración departamental conformó el comité que organizará la celebración del cincuentenario del Quindío, que se cumple dentro de dos años y buscará que el tesoro regrese al departamento como un regalo por sus 50 años.
LAURA SEPÚLVEDA
Corresponsale de EL TIEMPO
Síganos en @ColombiaET
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